martes, 30 de octubre de 2007

Consecuencias polïticas


El tranvía de Sevilla descarrila 78 horas después de abrirse al público.

¿A ALGUIEN LE EXTRAÑA?.Todos conocemos a Monty y su Chapuza.
Si eran incapaces hace unos meses que el tranvía diera una curva.

Se va a montar rita.

1 comentario:

Unknown dijo...

Aqui tienes u articulito de esos que te gustan a ti, jeje, del diario de sevilla de hoy
http://www.diariodesevilla.com/191610_ESN_HTML.htm
Creo que esta bien como comentario en este post de monteserrin no?

SOCIALISTAS CON CHALÉ
LA frase es todo un tratado de sociología: “Por aquel entonces, yo era el único de los nuestros que tenía un chalé”. Julio Feo es el dueño de la frase y del chalé de Canillejas en el que ocultó de la curiosidad periodística a Felipe González el día que ganó las elecciones. Era el 28 de octubre de 1982. 25 años después, es indudable que el número de socialistas con chalé ha crecido exponencialmente. El chalé de Rafael Escuredo en Simón Verde desencadenó una crisis política dentro del partido y precipitó su abandono de la Junta y de la propia comunidad autónoma. En los anuarios que publican los periódicos, junto a la renta per cápita, las cabinas de teléfono por habitante, la subida del precio del mollete o el porcentaje de población nórdica, se podría incluir el número de socialistas con chalé. No es maldad, es sociología. Una prueba evidente de que este país ha cambiado. En el mismo reportaje donde Julio Feo hacía esa confidencia doméstica, Carmen Romero decía: “Si hubiera sabido, aquella noche del 82, que la vida iba a ser como fue luego, en ese momento hubiera sido feliz”. Sería una maldad atribuir esa felicidad ucrónica –la que se vive en el sentido inverso a las agujas del reloj de la historia– de la ex primera dama al incremento de socialistas con chalé.

La confesión de Feo, que escribe sus Memorias, es una acotación a pie de página a la sociedad del bienestar. No digo que el socialista tipo sea ese revolucionario que acaba corrompiéndose en la figura que Octavio Paz utiliza para resumir el argumento de La muerte de Artemio Cruz de Carlos Fuentes. Hay que admitirles su generosidad: algunos han querido probar en ellos mismos esa mejora antes de aplicarla en los demás. Por si no funciona.

Julio Feo era el único socialista con chalé de la misma forma que Carmelo Ciria era el único comunista con teléfono en El Puerto de Santa María. Eso lo convirtió en el mediador ideal y discreto para organizar los cumpleaños de Rafael Alberti cuando volvió del exilio, antes de que las velas se apagaran con la atonía institucional de un alcalde de derechas y una esposa con alardes de alba del alhelí. Eso sí que es política de alianzas: un socialista con chalé, un comunista con teléfono. Una autoridad circunstancial, como el niño que jugaba muy mal al fútbol pero era dueño del balón o el vecino desagradable y arisco al que sin embargo sonreíamos porque era el único que tenía la asombrosa novedad del televisor.